Lin Dong llegó al Gran Hotel de la Ciudad Demonio, y justo cuando alcanzó la puerta, se encontró con un grupo de rostros conocidos saliendo del hotel.
Esos rostros conocidos eran nada menos que Chu Yunxiu y el señor Song, esos estafadores.
Chu Yunxiu también vio a Lin Dong y frunció el ceño ligeramente —Lin Dong, ¿me estás siguiendo?
—Tía Chu, ¿cree que no tengo nada mejor que hacer que seguirle? —respondió Lin Dong.
—Hmph, más te vale que no —Chu Yunxiu resopló fríamente—. Más te vale mantenerte al margen de mis asuntos, o tendrás que enfrentarte a las consecuencias.
—Tía Chu, ¿qué le hace pensar que me entrometería en sus asuntos? —Lin Dong dijo, extendiendo sus manos.
—Has estado constantemente metiendo esas ideas en la cabeza de la Pequeña Bing, ¿es porque me opongo a que estés con la Pequeña Bing y por eso te vengas de mí? —preguntó.
