—El gerente fue abofeteado por la mujer y quedó completamente aturdido.
—No esperaba que por no inclinarse ante los extranjeros, esta mujer lo abofeteara.
—Realmente quería estallar de ira, pero no se atrevía, ya que la mujer, después de todo, era una cliente.
—Además, era una cliente encargada de recibir a los invitados extranjeros.
—Si él se vengaba, y el incidente se magnificaba y se grababa y difundía en video, entonces tendría un impacto significativo en el negocio de su hotel.
—El negocio del hotel no estaba tan bien para empezar, y el nuevo propietario había sido muy bueno con él, así que no podía hacer algo que afectara la reputación del hotel.
—Así que, lo soportó.
—Al ver que no se atrevía a reaccionar, Yu Jing se volvió aún más excesiva.
«¿Estás sordo? Apúrate y extiende la alfombra. ¿Quieres otra bofetada?»
«Ustedes, la gente del País del Dragón, solo necesitan una buena bofetada antes de hacer algo...»