—¿Dónde está Chen Beiming ahora? Incluso Lin Dong no lo sabe.
No había señales de Chen Beiming en el Pueblo de la Familia Chen; estaba claro que no se estaba retirando allí.
Es probable que estuviera en reclusión en algún lugar fuera de la Ciudad de Jiangbei, dentro de una de esas Cuevas Celestiales.
Pero el objetivo de Lin Dong hoy no lo incluía.
Su meta para el día era acabar con las cincuenta y seis personas lideradas por el tercer hijo de la familia Chen.
Ahora que todos habían sido masacrados, su objetivo estaba completo.
—Chen Beiming, escuché que saldrás de tu reclusión en unos diez días. En ese momento, después de que salgas y descubras que he matado a todos tres de tus hijos, ¿qué sentirás? —se preguntó Lin Dong.
El sabor de un anciano enterrando a los jóvenes, quizás, era el mayor castigo para él.
En ese momento, Lin Dong pasó su mirada sobre los restantes Maestros de Qi Explosivo y Maestros de Artes Marciales.
