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Al día siguiente.
El quinto día del Año Nuevo Lunar.
Hoy también era el día en que Lin Dong se preparaba para partir hacia Jiangbei.
Temprano en la mañana, todos se despertaron.
Lin Dong, acompañado por Ah Lang y la Hermana Bai Jue, llevando su equipaje, partió hacia Jiangbei.
El Maestro Daoísta Qing Shan y el Anciano Qiao vinieron a despedirlos.
El Anciano Qiao rió y dijo:
—Lin Dong, espero que cuando vuelvas para el Año Nuevo Lunar el próximo año, pueda sostener a mi nieto.
Lin Dong se sintió avergonzado, ya que el Anciano Qiao siempre estaba preocupado por este asunto.
—Abuelo Qiao, podría ser difícil el próximo año celebrar el Año Nuevo, pero al año siguiente, es posible —respondió.
—Ja, ja, eso está bien, todavía estaré aquí al año siguiente. Mientras pueda sostener a mi nieto en mi vida, estaré satisfecho —dijo el Anciano Qiao con energía.
El Maestro Daoísta Qing Shan le recordó:
