Este policía de tráfico no era otro que el Espíritu Fantasma disfrazado.
Como el rey de los asesinos del País Yinghua, había tomado incontables vidas en su vida.
Entre aquellos a quienes mató había algunos ministros importantes de varios países, algunos magnates de negocios, así como artistas marciales.
En total, no menos de decenas de miles.
El ser más formidable que alguna vez intentó asesinar fue una Potencia del Reino de la Tierra. Aunque el asesinato falló, logró escapar de su alcance.
En cuanto a aquellos a medio paso del Reino de la Tierra, había matado hasta dieciocho de ellos.
Y el número de Maestros de Secta era demasiado para contar.
Esta vez, le asignaron la tarea de asesinar a un artista marcial del País del Dragón llamado Lin Dong.
Los documentos proporcionaban su exacto dominio en el Camino Marcial, que era Maestro de la Conversión de Energía de nivel máximo del País del Dragón.
Pero había una nota entre paréntesis.