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Después de aceptar el ginseng, Lin Dong pensó en el Hermano Serpiente.
—Claro, esa pequeña serpiente es uno de los nuestros. A partir de ahora, te será completamente leal, y podrás llamarlo —dijo Lin Dong.
La Hermana Hong asintió y llamó al Hermano Serpiente.
Tan pronto como el Hermano Serpiente entró, inmediatamente se arrodilló en el suelo:
—Guau Guau Guau... La pequeña Serpiente rinde respetos al Doctor Divino Lin y a la Hermana Hong.
La Hermana Hong estaba atónita. ¿El Hermano Serpiente estaba imitando el ladrido de un perro?
¿Era obra del Doctor Divino Lin?
¿Realmente había hecho que el Hermano Serpiente voluntariamente se convirtiera en un perro?
¿Cómo lo logró?
Lin Dong asintió e hizo la presentación a la Hermana Hong.
Entonces el Hermano Serpiente le dijo a la Hermana Hong —Hermana Hong, a partir de ahora, serás mi segunda ama más leal. A quien me pidas que muerda, morderé.
