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El repentino movimiento de Qiao Xixi realmente tomó a Lin Dong por sorpresa.
Debido a los asuntos anteriores con la Familia Qiao, Lin Dong más tarde había hecho un punto al investigar los antecedentes de Qiao Xixi.
Sabía que ella no solo era la joven señorita de la familia Qiao de la Ciudad Capital, sino también una superestrella.
Además, era conocida por su imagen pura e inocente.
En público, nadie sabía cuán pura podía ser.
Inesperadamente, ella comenzó a quitarse el vestido frente a Lin Dong, esperando reclutarlo de esta manera.
Lin Dong la miró de arriba a abajo y asintió diciendo:
—Tienes una linda figura...
—Jeje. —Al oír las palabras de Lin Dong, no pudo evitar sonreír encantadoramente—. ¿No peor que Qiao Bing, verdad?
—Además, mi identidad es incluso más tentadora que la de Qiao Bing.