```
En cuanto se pronunciaron estas palabras, el rostro de Bai Jue se puso pálido como la muerte en un instante.
Con prisa, intentó explicar —No, no es lo que piensan. Dongzi solo vino a verme...
—Ja, explicar es encubrir. Qué audacia la tuya, jugueteando tanto. Realmente viniste aquí para un encuentro secreto —Wang Meimei interrumpió las palabras de Bai Jue y la regañó.
Huang Hua también miró a Bai Jue con una expresión sombría y dijo —Bai Jue, actuaste tan pura frente a mí antes. Resulta que eres bastante descarada a puerta cerrada.
—Esta es una sala de hospital, y el Alcalde Fang todavía está inconsciente. Aún así tienes la audacia de tener una reunión secreta con tu noviecito aquí en plena luz del día.
—¡Eres descarada más allá de lo creíble! —Bai Jue intentó explicar apresuradamente de nuevo, con lágrimas a punto de derramarse de sus ojos.
Pero Wang Meimei fue implacable, gritando y llamando a gente.