—¿Fanfarronear? —Lin Dong se rió con incredulidad—. ¿Crees que estoy fanfarroneando?
—¿Qué más? —Zhou Na puso cara de pucheritos—. Lo he dejado muy claro, ese hotel no es algo que la gente común pueda reservar.
—¿Dices reservar, y ya está reservado, eh?
—El Resort Vacacional Wuying entero es mío, puedo reservar cuando quiera —declaró Lin Dong.
—Jajaja... —Al oír esto, todos no pudieron evitar estallar en risa una vez más.
Chu Lan volvió a entrar en acción, frunciendo el ceño mientras le decía a Qiao Bing:
— Pequeña Bing, ¿qué tipo de novio has encontrado? ¡Realmente carente de modales, grosero y fanfarrón! Decir que has reservado el Wuying Grand Hotel para un banquete de cumpleaños, podría ser ligeramente posible.
—¡Pero él realmente tiene la audacia de reclamar que el Complejo Wuying le pertenece! ¿No es esto pura fanfarronada sin siquiera esbozar una mentira?
Zhou Ming también comentó :