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—¿Quién eres tú para hablarme así? —Al oír tal reprimenda, Wang Xiuxin entró en cólera y miró hacia el hablante. Para su sorpresa, era nada menos que Lin Dong.
—¡Lin Dong, eres tú! —En efecto, la persona que había salido adelante para agarrar el brazo de Wang Xiuxin y reprenderlo era Lin Dong. Zhuge Lingyou y los demás se alegraron mucho de ver intervenir a Lin Dong.
—Maestro, has venido —Zhuge Lingyou dio un paso adelante rápidamente. El Rey de la Medicina, con una mirada de vergüenza, suspiró y dijo:
—Joven Médico Milagroso, suspiro, soy yo quien ha perdido, superado en habilidad...
—¿Oyeron eso? El propio Rey de la Medicina admite su derrota. ¿Qué pasa, no puedes aceptar perder? Antes de la Competencia Médica, acordamos que si perdían, yo podría retirar la placa del Salón del Rey de la Medicina —proclamó Wang Xiuxin en voz alta a Lin Dong.
