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—¿Yanran? ¿Conoces a ese bastardo?
La mujer le preguntó a Li Yanran con cierta sorpresa.
—Sí, he tenido algunos tratos con él —asintió Li Yanran.
—¿Tu amigo? —preguntó la mujer algo a regañadientes. Si era un amigo, entonces por respeto a Li Yanran, tendrían que dejar el asunto ahí.
—¡No! —negó con la cabeza Li Yanran.
—¿No? —Los ojos de la mujer se iluminaron—. Puesto que no es un amigo, entonces Yanran, ¡por favor ayúdame a enseñarle una lección!
—Mira a mi Pata de Perro, parece que él le pateó y le rompió la pata.
—¡Quiero romperle las piernas también, para vengar a mi pequeña Pata de Perro!
La mujer llamada Xu Ying pertenecía a la Familia Xu, una gran familia en la Ciudad Capital, y había conocido a Li Yanran desde que eran pequeñas. Las dos eran muy buenas amigas íntimas.
Pero a diferencia de Li Yanran, ella no conocía el Camino Marcial, de lo contrario, ya habría tomado medidas por sí misma.
¡Xu Ying sabía lo formidable que era Li Yanran!
