—¡La persona a la que consideras tan alta como el cielo no es nada para mí! —Mi primo Lin Tiance, la persona número uno en las Clasificaciones del Tigre, y este hombre dice que no es nada. ¿Qué lo hace tan confiado para pronunciar tales palabras? ¿Acaso este hombre no teme a la muerte? —Li Yanran observó la figura que se alejaba de Lin Dong, apretó los dientes—. Niño, quiero ver quién eres, atreviéndote a hacer tales afirmaciones grandilocuentes.
—Anciano Wang, Viejo Maestro Li Qingyang, este niño es demasiado arrogante, atreviéndose a decir que mi primo Tiance no es nada y además ha tomado los artículos de prolongación de vida de mi primo tres veces, creando una enemistad irresoluble con nosotros —planeó investigar su identidad a fondo después de regresar—. Espero que puedan reconocer la situación en el futuro.
—Bien, ya se ha dicho suficiente. Me voy ahora —aunque su tono de discurso parecía educado, el contenido de sus palabras era todo lo contrario.