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—Lin Tiance está enfermo...
Al oír la pregunta de Lin Dong, Bai Zhonglou sonrió y dijo:
—Señor Dragón, parece que también está al tanto de algunos asuntos relacionados con Lin Tiance. ¡En efecto, él padece de una extraña enfermedad!
—¡Quizás el cielo lo ha favorecido demasiado, temiendo que todo el mundo le tenga envidia, por lo que le impuso esta peculiar enfermedad!
—La aflicción se reveló cuando tenía tres años. Se dice que durante un brote, su cuerpo sentía como si estuviera ardiendo sobre las llamas.
—¡Aparentemente, es debido a su constitución!
—¡Un Cuerpo de Nueve-Yang provoca que el puro Qi Yang dentro de él quede atrapado, sin poder liberarse, lo que conduce a esa extraña enfermedad!
—¡Solo confiando en la inmensa riqueza de la familia Lin y en los innumerables tesoros Celestiales y Terrenales proporcionados por su maestro, el Rey Kunlun, ha podido sobrevivir hasta ahora!
