—Doctor Divino Lin, hay un asiento más en la primera fila, ¿por qué no va y se sienta allí? —Chen Mingkai no había estado allí mucho tiempo antes de que realmente se dispusiera a encontrar un sitio para Lin Dong en la primera fila. Parecía que en su corazón, tenía a Lin Dong en muy alta estima.
—Presidente Chen, preferiría no hacerlo. ¡Estoy aquí con mi amiga! —Lin Dong declinó amablemente. Aunque un asiento en la primera fila era prestigioso, era precisamente por esta excesiva atención que hacía sentir incómodo a uno. Mejor que eso, era buscar un lugar cualquiera en la fila trasera, donde uno pudiera comer y beber tranquilamente sin llamar la atención. Además, había venido a este Banquete de Celebridades precisamente para acompañar a Li Qingcheng, y no estaría bien dejarla sola.
—Está bien entonces, Doctor Divino Lin, por favor siéntase libre de escoger cualquier asiento que le guste —dijo riendo Chen Mingkai.
Después de que él se fue, Li Qingcheng volvió a reír y dijo: