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En ese momento, Lin Dong se giró y contestó el teléfono.
—Maestro Lin, ¿dónde está ahora? También he llegado a la Capital del Sur y tengo un asunto extremadamente importante que discutir con usted —se escuchó la voz de Ye Linglong a través del teléfono.
—Estoy en el hospital, pero he tenido algunos problemas —respondió suavemente Lin Dong.
—¿Problemas? ¿Alguien realmente se atreve a causarle problemas al Maestro Lin? ¿Puede contarme más al respecto? —preguntó Ye Linglong.
Lin Dong le explicó brevemente la situación en el hospital a Ye Linglong.
Después de escuchar la explicación, Ye Linglong dijo con una voz solemne —Maestro Lin, yo me encargaré de este asunto.
—No se preocupe, nadie podrá arrestarlo.
La expresión de Ye Linglong era muy sombría, ya que Sun Lulu en realidad había tenido la audacia de acordar arrestar al Maestro Lin.
Después de colgar el teléfono, se fue con la cara azul hierro a buscar a Sun Lulu...
En el hospital.
