Tristán no pudo continuar hablando cuando vio la llamada entrante de Reid. Se acercó a Bella, quien lo miró con un ligero ceño fruncido.
—¿Qué pasa, Tristán? ¿Quién llama? —preguntó Bella ansiosa.
—Querida, algo ocurrió en la oficina. Lo siento mucho, no puedo acompañarte en el recorrido por la habitación —dijo él con una sonrisa de disculpa—. Necesito tomar esta llamada de Reid. ¿Te importa?
Bella sonrió y asintió —Por supuesto que no. Adelante. No te molestaré; buscaré a Dax... —dijo mientras se ponía de puntillas y le daba un beso en la mejilla.
—Te buscaré después de terminar esta llamada.
—Mmm, no te preocupes... tómate tu tiempo, esposo —dijo ella, cerrando la puerta.
Después de ver a Bella salir de la habitación, Tristán devolvió la llamada a Reid mientras se quedaba junto a la ventana de cristal. Su expresión de calma y amor ya no estaba allí al escuchar la voz de Reid del otro lado.