—¡Suspiro! —De un vistazo, Bella pudo ver una tenue sonrisa aparecer en sus rosados labios a través del reflejo de la pared de cristal frente a ella.
Dándose palmaditas en el pecho suavemente, Bella se murmuró a sí misma.
—Ánimo, Bella. Todo esto pronto pasará. ¡Sé fuerte! Todo estará bien...
Lentamente, se sintió mejor después de hablar consigo misma; sin embargo, la imagen de su madre empezó a llenar su mente de nuevo.
Exhalando profundamente, llenó su corazón con aire fresco varias veces antes de que Bella se sentara de nuevo en la silla.
Sus ojos se posaron en el teléfono móvil sobre la mesa mientras consideraba si llamar a su madre.
Una vez más, esta pregunta surgió en su mente, molestándola.
—¿Debería llamar a mi madre...? —Después de unos segundos más, Bella agarró su teléfono móvil. Sin embargo, un mensaje corto apareció antes de que abriera la agenda para buscar el número de teléfono móvil de su madre.
—¿Tristan...? —Bella frunció el ceño al ver un texto de Tristan.