Leo echó un vistazo a Dana y se sorprendió al darse cuenta de lo que Bella le acababa de decir; su esposa lucía pálida y parecía estar dolorida. Antes, su mente había estado demasiado distraída pensando en Jack y los demás, haciendo que se olvidara de su esposa embarazada.
—Pediré a Tristan que prepare una habitación para Dana. Debe descansar y comer algo saludable para ella y el bebé que lleva dentro —dijo Bella con ansiedad.
—Gracias, Bella. Por favor... —respondió Leo.
Mientras Leo hablaba con Dana, Bella se acercó a Tristan. Solicitó una habitación VIP para Dana y un OB-GYN para revisar su estado.
No pasó mucho tiempo antes de que unas enfermeras llegaran para acompañar a Dana a descansar y hacerle unos chequeos.
Observando la expresión angustiada de Leo mientras veía a Dana ser llevada por las enfermeras, Bella le sonrió.
—Si quieres acompañarla, está bien. Adelante. Yo esperaré aquí... —ofreció, pero Leo negó con la cabeza. Sentía que necesitaba quedarse.