París sabía que sentía algo extraño por él desde el momento en que puso sus ojos en él, pero no podía decir qué era exactamente.
—Siempre he temido amarte porque me asusta que algún día me dejes —dijo sinceramente. Todo acerca de este hombre la deslumbraba de diferentes maneras.
Él era tan atractivo y aún así misterioso. —Eso nunca sucederá. El vínculo de pareja es algo que respetamos mucho. Si la diosa de la luna nos hizo parejas, entonces tú eres todo lo que necesito.
—Pero... —París estaba nerviosa por algo. De las películas, había visto cosas y se preguntaba por qué las cosas eran diferentes con Denver.
—¿Qué? —preguntó Denver suavemente. París bajó la cabeza tímidamente y reveló:
—No creo poder satisfacerte.
—¿Cómo? —preguntó Denver, luciendo confundido al ver cómo sus mejillas se sonrojaban completamente.
Las palabras pesaban en la boca de París, pero con valentía las dejó salir. —Sexualmente. Nunca lo he hecho antes.