—Denver, ¿qué haces aquí y dónde está Luz de Luna? —preguntó Monterrey, atrayendo la atención de todos.
No esperaba que Denver regresara tan pronto y, por cómo se veía, Denver había viajado en forma de lobo, dejando su coche atrás. El hecho de que Luz de Luna no estuviera con él presagiaba problemas.
Valerie fue a abrazar a su hijo y él se calmó un poco, pero ella lo sintió temblar y se apartó.
—¿Qué le pasó a Luz de Luna?
Denver sentía la lengua pesada, sin saber por dónde empezar. Adivinando que podrían pensar que algo le había pasado a Luz de Luna, Denver murmuró.
—Ella está bien.
Se sentó en el sofá y Alicia dijo:
—Si ella está bien, entonces ¿por qué no está contigo? Monterrey, mira a ver si tu hermana está afuera.
Burke estaba igualmente perturbado, pero debido a su confianza en Denver, esperó la explicación que este último tuviera.
Monterrey estaba a punto de hacerlo cuando Denver negó con la cabeza.
—No es necesario. Ella está con su pareja.