—¿De qué estás hablando? —preguntó el Alfa Denzel. Valerie miró a Denver de nuevo, pero la expresión de antes había desaparecido completamente.
Por un momento, pensó que estaba viendo mal, pero eso no parecía ser el caso. Estaba segura de ello.
Ese cachorro era extraño, pero también era suyo, así que no podía simplemente ignorarlo. Valerie esperaba que Denzel le creyera para que juntos, pudieran buscar ayuda para su cachorro.
—Me sonrió con malicia. Lo juro, lo vi —dijo ella, sabiendo que nadie le creería, pero Alfa Denzel sí lo hizo.
Hubiera sido increíble si él no hubiera experimentado también las características misteriosas de su cachorro.
Este desarrollo estaba progresando demasiado rápido, y tenían miedo de que él también pudiera deteriorarse demasiado rápido.
—No lo vi, pero créeme, te creo —Denzel le respondió en un tono apagado. Su corazón se calentó al darse cuenta que él no pensaba que estaba volviéndose loca.