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Alfa Denzel rápidamente envolvió sus brazos alrededor de ella. —Te llevaré al hospital.
Intentando complacer, Valerie lo retuvo. —Sí, esperaba conseguir algo para los dolores del parto —dijo sinceramente, esperando que Raven pudiera proporcionarle algunas hierbas para aliviar el dolor que estaba experimentando.
El dolor que estaba soportando en ese momento le recordaba al tiempo que caminó sobre brasas. No había esperanza de que su lobo la curara, y en este tiempo, no había esperanza para ella.
Tenía que confiar en su fuerza humana para pasar por el trabajo de parto, un dolor sobre el que no tenía control. Alfa Denzel tomó respiraciones profundas para calmarse.
—Está bien. Llamaré tanto a Raven como al doctor del clan y las parteras.
