Ella podía sentir su ardiente mirada sobre ella mientras se limpiaba el agua de la cara, que pronto fue reemplazada por la ducha.
Vio cómo Denzel también se quitaba su ropa de emergencia. —¿Tienes alguna idea de lo que está pasando dentro de mí en este momento? Su voz era ronca pero sexy.
Solo Denzel podía evocar mil y una emociones en ella.
Tomó el champú, vertió una cantidad en su palma y comenzó a formar espuma con él, la cual se frotó por toda la piel, incluso mientras era lavada por la ducha.
A veces, se sentía poco atractiva por su enorme barriga, pero la forma en que Denzel la miraba era una clara indicación de que ella era una mujer sexy, altamente embarazada.
—¿Que estás caliente y quieres que te follen duro y sin piedad? —dijo Denzel. —Puedo oler tu excitación.
Su mirada sobre ella estaba llena de fuertes deseos que tenía que controlar para no lastimar a su cachorro en el proceso.