El teléfono del Alfa Ídris sonó, y cuando vio el número del Alfa Denzel, entró en pánico pero respondió.
—Ídris, si algo le pasa a Ashley, te mataré —dijo el Alfa Denzel. La línea se cortó poco después, pero Ídris sabía que si eso sucedía, él mismo se mataría antes de que el Alfa Denzel llegase.
Los votos ya debían haberse tomado, pero si la situación se volviera en contra de Ashley, preferiría dar su vida por la de ella.
El Alfa Denzel aparcó el coche al terminar la llamada y le dijo a Valerie:
—Será mejor entrar en forma de lobo. Dejaré que la Tía Fernanda nos reciba con ropa.
Valerie pensó en sus poderes. Si podía controlar el lago y el clima, entonces, ¿por qué no podría viajar con ello?
—Creo que tengo una idea mejor —dijo Valerie mientras unía su mano a la de Denzel. Cuando él oyó el sonido de las gotas de lluvia, supo que ella estaba molesta, pero extrañamente, el agua llenó el coche, y sin embargo, respiraban con normalidad y no estaban mojados.