Valerie corrió más profundamente en el bosque, aliviando poco a poco su inquietud con cada brisa que inhalaba hasta que llegó a un lugar donde la luz de la luna brillaba directamente sobre ella desde la luna llena.
Era una vista impresionante, como si estuviera de pie en el corazón del bosque con la luna llena posicionada arriba, con algunos árboles altos agrupados a su alrededor.
La luz de la luna llena la iluminaba desde arriba, lanzando un efecto mágico deslumbrante en su apariencia mientras Astrid estaba en cuatro patas, emitiendo un gruñido desde su garganta.
Brutus llegó al sonido del gruñido, justo a tiempo y se transformó, con Alfa Denzel supervisando la transformación final.
Valerie ya no gritaba, y aunque se transformó en una Loba Alfa, no era tan intimidante como Brutus.
Este lobo era único, con ojos cristalinos claros. Astrid se erguía con gracia bajo la luz de la luna, exudando un aura de confianza, fuerza y belleza.