Aticus era su amigo de la infancia y no debería haber sido asesinado por ella. Astrid no sintió remordimientos. —Tienes que saber quiénes somos. Nadie se mete con un Alfa, ¿cómo pudo él meterse con nosotros?
—Podría haberlo castigado golpeándolo hasta dejarlo hecho pulpa. No había necesidad de matarlo —dijo seriamente Valerie. Aunque el Alfa Denzel no estaba de acuerdo, no interrumpió su conversación, sólo se apoyó contra la puerta de cristal.
Con la imagen de Astrid en el espejo, no se podían ver las de Alfa Denzel y Valerie.
Estuvo de acuerdo con Astrid en que Aticus merecía lo que le pasó, pero sólo le preocupaba que Astrid tomara el control sin el permiso de Valerie.
Eso podría plantear un gran problema para ella si no aprende a controlar a Astrid.
—No habría parado si no lo hubiera matado —explicó Astrid todavía sin remordimientos. Valerie se sentía culpable. Aticus tenía padres que ahora deben ser mayores.