Valerie volvió a sentarse en la silla frente a Aticus cuando el Alfa Denzel se retiró a su cuarto. Aticus se limpió la comisura de la boca con una servilleta y señaló
—Si tú eres la Luna de esta manada, ¿no es despectivo no darte una coronación? No es que el Alfa Denzel no pueda costearlo. Val, te mereces algo mejor que esto.
La expresión de Valerie cambió instantáneamente, sintiendo que era demasiado duro ver al Alfa Denzel como tacaño. Podría ser su culpa que ella perdiera a su lobo la primera vez, pero no era como si él supiera que iba a pasar.
—Tienes razón en decir que no nos hemos visto en décadas, entonces, ¿qué derecho tienes de juzgarme cuando no entiendes el origen del problema?
No había diversión en su voz mientras hablaba, y Aticus se sintió ligeramente culpable, decidiendo proceder con cautela.
—Lamento no haber estado ahí cuando Tristan te hizo eso. Me hubiera asegurado de que pagara. Nunca lo habría permitido —dijo seriamente.