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Luna Bellatrix perdió el color en su rostro cuando se dio cuenta de la respuesta. Sus dos amigas ya habían sido silenciadas por Valerie, así que ahora estaba completamente sola en esto.
—No, él no lo hará —murmuró para sí misma.
La confianza regresó a su rostro después de dar la respuesta. La expresión de Valerie permaneció inalterable ya que sabía que incluso los Alfas emparejados la deseaban. Si no fuera por el Alfa Denzel, se habrían acercado a ella sin vergüenza alguna.
Ahora que él estaba fuera de vista, el Comandante Alfa de la Manada Corazón de Diamante y pareja de Luna Bellatrix no sería tan disciplinado para rechazarla, especialmente cuando él no tenía idea de que ella había perdido a su lobo.
—¿Debería intentarlo? Si él accede, ordenaría que te golpeen todos los presentes aquí —dijo Valerie en serio. El Alfa Denzel se dio cuenta de que ella quería que Luna Bellatrix pasara por la misma vergüenza que ella había experimentado y se abstuvo de interferir.
