—¿Qué favor? —preguntó distraídamente, y Troy habló con nerviosismo.
—Estoy trabajando en la coronación y he fijado la fecha como me dijiste que lo hiciera, pero no quiero tenerla sin Adira —amaba a su compañera y estaba listo para perdonarla. Para Alfa Denzel, eso significaba un hombre extraordinario.
El amor podía pasar por alto las ofensas, pero no cuando se trataba de infidelidades. El desliz de una noche de Adira con Alfa Iris no tenía nada que ver con Alfa Conrad. Ella hizo eso cuando estaba borracha, por lo que la mayoría de los hombres no la habrían perdonado.
—¿Estás seguro? —hubo una breve pausa al final de la línea antes de que llegara la respuesta. Era genuina, revestida de confianza.
—Ella es mi compañera, y la amo —alfa Denzel se conmovió. Hombres como Troy eran raros, y de alguna manera, sintió que había tomado la decisión correcta al hacer de Troy el Alfa de la Manada Noche Sombría. —Entonces tienes mi bendición.