—Los golpes llovían desde todos los ángulos, y Alfa Apolo se sentía mareado ya que no podía sentir a su lobo.
—Lo siguiente que sintió fue el dolor en su pecho antes de caer al suelo, la sangre goteando de su nariz, boca y del lugar de la puñalada. Alfa Denzel había apuñalado un órgano vital, drenando la vida de él.
—Cuatro guerreros visitantes más de la manada de Alfa Apolo bajaron sus rodillas al suelo con la cabeza inclinada mientras Alfa Denzel se dirigía al tercer Alfa.
—A lo largo de toda la pelea, no hubo júbilo. Hasta que conquistara a los cinco Alfas, nadie estaba seguro de cómo terminaría el día, así que era mejor no celebrar demasiado pronto.
—Alfa Chase, elige tu arma —dijo Alfa Denzel, volviendo a su cuerda. Pero Alfa Chase, hábil con la cuerda, optó por ella.
—Quiero la cuerda.
—Entonces tómala —Alfa Denzel soltó la cuerda. Alfa Chase la recogió y comenzó a hacerla girar en el aire después de atar algunos nudos.