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Realmente se estaban divorciando, después de todo.
Pensando en esto, Lin Xinxin no pudo contener su excitación.
Sabía que no debería estar tan esperanzada con su divorcio.
¡Pero realmente estaba deseando que ocurriera, muchísimo!
Porque realmente no podía olvidar a Dongfang Yu...
Pensando en él, Lin Xinxin no pudo evitar sujetarse el corazón, que latía aceleradamente, y sus labios se curvaron en una leve sonrisa una vez más.
...
Una vez que Hai Xiaotang cerró la puerta, recogió las rosas del suelo.
Las rosas que habían caído estaban aplastadas más allá del reconocimiento.
Hai Xiaotang suspiró, sin intención de conservarlas, deshaciéndose de ellas en el cubo de la basura.
Luego tomó su pijama y se fue a bañar, también olvidando enviar un mensaje de seguridad a Tao Yi.
Tao Yi había estado esperando su mensaje todo el tiempo y estaba un poco decepcionado.
