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Cuando estuvo enfermo, ¿cómo cuidaron de él los demás?
El pequeño inclinó la cabeza pensativo, luego se levantó inmediatamente y cogió un vaso de agua de la mesita de noche para ella.
—Agua, beber... —dijo tímidamente, su pronunciación no era muy precisa, como si fuera un niño extranjero que recién comenzaba a aprender chino.
Qiao Ning lo miraba fijamente sin parpadear, ¡su corazón lleno de emociones complejas!
Esto no era un sueño...
Este niño realmente era su hijo.
¡Por fin lo vio!
Antes de verlo, Qiao Ning siempre se lo imaginaba como un bebé y pensaba que podría enfrentarlo con calma.
Pero al ver a un niño tan grande, de repente se sintió perdida.
No sabía cómo interactuar con él...
Al verlo sosteniendo el vaso de agua, Qiao Ning se incorporó inmediatamente y cuidadosamente tomó el vaso de su pequeña mano, hablando con voz ronca:
—Gracias...
El pequeño sonrió tímidamente otra vez. Como ella, no sabía cómo interactuar con ella.
