Nunca le importó lo que ella hacía en primer lugar.
No importaba lo que hiciera, simplemente no le importaba.
Pero Qiao Ning era persistente, siempre se quedaba afuera de su habitación todos los días.
Ella ayudaba a la enfermera con las tareas, asistía con cualquier necesidad y preguntaba diligentemente sobre la condición de Chai Xiyang al doctor.
De vez en cuando entraba y lo saludaba...
Chai Xiyang la trataba como si fuera aire, pero a Qiao Ning no le importaba en absoluto.
Chai Xiyang se burlaba de ella: «¿Cuál es el sentido de lo que haces? ¿Intentas conmover a alguien o solo a ti misma?»
Sin embargo, Qiao Ning respondió seriamente: «No intento conmover a nadie. Simplemente sigo mi corazón y hago lo que quiero».
—¿Tan grandiosa?
—No, en realidad soy bastante egoísta... —respondió Qiao Ning y luego se alejó.
Chai Xiyang inexplicablemente entendió su verdadero significado.
Su egoísmo era su insistencia en quedarse a pesar de su reticencia...