—¡Sus palabras tomaron por sorpresa a todos los presentes!
Zhang Yu estaba perpleja e inmediatamente lanzó una ráfaga de preguntas:
—Hai Lan, ¿tienes novio? ¿Cómo es que yo no sabía? ¿Quién es? ¿A qué se dedica? ¿Cómo es su familia?
Hai Lan sabía que ella preguntaría esto. Respondió con indiferencia:
—Todavía no se ha decidido nada. Hablemos cuando esté confirmado.
—Hai Lan, entiendes que tu estatus es diferente ahora. Cualquiera que quiera ser tu novio no puede ser cualquiera. Así que, dime quién es, para que pueda investigar sobre su fondo. Si no es lo suficientemente bueno para ti, será mejor que rompas con él de inmediato. ¿Entiendes? —Zhang Yu la aconsejó con diligencia, ignorando por completo la ocasión.
Pero a Hai Lan no le molestaba, sonrió levemente y dijo:
—Mamá, no te preocupes. Sé lo que hago. Vamos a comer. Nos estamos adelantando.
—Sí, vamos a comer... —He Meilian sonrió y cambió de tema. Le sirvió algo de pollo a Hai Xiaotang y le dijo preocupada: