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Si él fuera a quien maldicen, podría ignorarlo e incluso despreciarlo completamente.
Pero a quien están maldiciendo es a la mujer que más le importa...
Eso toca su zona prohibida, ¡no puede evitar preocuparse!
Dongfang Yu tomó la mano de Hai Xiaotang, su voz baja —Dime sinceramente, ¿te duele?
Hai Xiaotang asintió con una sonrisa —Un poco. Que te insulten de la nada sí me molesta un tanto. Pero considerando quiénes son esas personas, ¿por qué debería dejar que me alteren? Ni siquiera los quiero. Mientras tú y yo estemos bien, eso es lo único que importa.
A pesar de sus palabras, Dongfang Yu aún preguntó con preocupación —¿No te sientes injustamente tratada? Fue mi culpa, y sin embargo eres tú la que lleva toda la culpa.
—No me siento injustamente tratada —insistió Hai Xiaotang seriamente—. Porque nadie entiende nuestra relación mejor que yo. Así que no importa lo que piensen los demás, no me sentiré así porque sé que–me amas profundamente.
Su amor por ella era suficiente.