```
—Dongfang Yu preguntó con vacilación —¿Qué, ni siquiera puedes aceptar un pato asado?
No es que no pudiera, es solo que sus sentimientos eran algo complicados.
¿Se había apresurado a venir desde el hospital solo para traerle un pato asado?
Al ver que ella no iba hacia él, Dongfang Yu hizo ademán de salir del coche. Hai Xiaotang se acercó sin remedio y dijo —Dámelo.
En cuanto extendió la mano, su muñeca fue agarrada con fuerza por él.
—Ah... —El cuerpo de Hai Xiaotang fue bruscamente tirado hacia él y luego cayó en un abrazo amplio y robusto.
Dongfang Yu la abrazó con ambos brazos, frotando su cara contra la de ella un par de veces.
Hai Xiaotang estaba sorprendida —¿Qué estás haciendo?
—No te muevas, solo quiero abrazarte un rato —Dongfang Yu apretó sus brazos, inhalando profundamente su aroma.
El cuerpo de Hai Xiaotang se tensó —¿Ya terminaste? Te advierto, ¡no pienses que puedes aprovecharte de mí!