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Hai Xiaotang no tenía idea de lo que Dongfang Yu pensaba de ella.
Hoy, no fue a la biblioteca, optando por estudiar en casa en cambio.
Hai Xiaotang era ciertamente trabajadora ahora, dedicándose a sus estudios tanto como dos o tres veces el tiempo que sus compañeros de clase.
¿Cómo era ese dicho? Las lágrimas que derramas en el matrimonio son el agua que se te metió en el cerebro cuando elegiste a tu marido.
Hai Xiaotang no podía pensar en algo más apropiado para describir su situación.
Incluso el sudor que vertía en sus estudios podía considerarse el agua que se le había metido en el cerebro cuando eligió a su marido...
Lo único que Hai Xiaotang quería ahora era drenar todo ese agua de su cerebro, incluso si el proceso era doloroso.
De otra manera, no quedaría espacio en su cabeza para nada más.
...
Antes de que se diera cuenta, Hai Xiaotang había estudiado hasta la tarde.
