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Una mujer que acababa de salir corriendo del banco de repente cayó frente a ella.
La sangre se esparció al instante...
Los ojos de Hai Xiaotang se abrieron conmocionados, su cabeza se levantó rígidamente, enfrentándose al cañón de un arma negra como la noche.
¡Su teléfono móvil aterrizó con un golpeteo en el suelo!
El ladrón enmascarado que blandía un arma hacia ella, su sonrisa malvada y juguetona —Niñita, ¿prefieres entrar, o salir?.
Detrás del ladrón, un grupo de hombres armados estaban robando el banco.
El banco estaba en completo caos, pero parecía que Hai Xiaotang era sorda a los gritos, las maldiciones, los chillidos...
Toda la sangre en su cuerpo parecía congelarse, sus ojos fijos en miedo en el cañón del arma.
Cuando no respondió, justo cuando el ladrón estaba a punto de apretar el gatillo.
Hai Xiaotang lentamente levantó sus manos —Entraré... entraré....
¡Negarse significaba compartir el mismo destino que la mujer que yacía frente a ella!
