—¿Por qué quieres morir? ¿Qué demonios ha pasado? Dime, ¿por qué te ha pasado esto, por qué es así? —Lin Xinxin se sobresaltó, y las lágrimas comenzaron a correr por su rostro al instante.
Ya estaba pálida, y ahora con su llanto, se veía aún más frágil y lamentable.
—Xinxin, dime, ¿qué te ha pasado? ¿Quién te hizo esto? —Chai Xiyang suavizó su voz.
—Estoy bien... —Lin Xinxin lo empujó con fuerza apartándolo, negando con la cabeza miserablemente.
—Intentaste suicidarte anoche, ¿y aún quieres hacerlo ahora? ¿Llamas a esto 'estar bien'? —Chai Xiyang frunció el ceño.
—¡Deja de preocuparte por mí! —Lin Xinxin gritó con dolor, llorando aún más fuerte.
—¡Cómo voy a ignorarte cuando estás así?! Dime, ¿¡qué está pasando!? —El rostro de Chai Xiyang se oscureció.
Lin Xinxin alzó su rostro manchado de lágrimas, su mirada encontrándose de inmediato con Dongfang Yu que acababa de aparecer en la puerta. Instantáneamente se quedó helada, su mirada fija en él.