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Chapter 4 - Capitulo 2 parte 2

Mientras Lusian y Emily se dirigían de regreso al carruaje para volver a la mansión, escucharon una conmoción cercana. Se percataron de una pareja, donde un joven aparentemente defendía a una jovencita de lo que parecían ser agresores de la nobleza. Entre los murmullos, se alcanzaba a escuchar al noble desafiar al chico a un duelo a muerte por una supuesta ofensa que había cometido contra él.

Intrigado por la situación, Lusian preguntó a uno de los caballeros que los acompañaban si era permitido tener duelos en plena calle. El caballero respondió que no, y explicó que existía un pequeño coliseo cercano donde se llevaban a cabo los duelos y estaban supervisados por un funcionario real. Esto indicaba que los duelos debían llevarse a cabo de manera reglamentada y bajo la autoridad del reino. El hecho de que existiera un lugar designado para los duelos y que estén supervisados por un funcionario real demuestra que el reino se preocupa por mantener el orden y la seguridad de todos los involucrados en estas situaciones. Además, en este mundo los duelos son considerados una práctica legal y controlada dentro de ciertos límites establecidos por las autoridades.

El barón Joel Denisse Mofet se presentó como el retador en el duelo. Lusian observó de reojo al joven que había sido desafiado y notó que su apariencia era bastante común, con cabello marrón y ojos cafés. Parecía tener alrededor de 21 años y su expresión mostraba rabia. Detrás de él, se encontraba una jovencita de apariencia bonita. Después de que el desafío fue aceptado, Lusian y Emily se dirigieron al coliseo caminando detrás de la multitud que estaba emocionada por presenciar el evento que pronto tendría lugar. El ambiente en el coliseo provocaba una sensación extraña en Lusian. La presencia de la multitud emocionada y la atmósfera tensa en el coliseo generaban una sensación de inquietud y desconocimiento en Lusian. A medida que se acercaban al lugar, el ruido de la multitud aumentaba y la expectativa por presenciar el duelo era palpable.

Al llegar al coliseo, Lusian se dio cuenta de que era más pequeño de lo que había imaginado inicialmente. Una vez allí, el barón Joel Denisse Mofet habló con el funcionario encargado, quien resultó ser el caballero Alan Baldwin de la guardia real. El caballero Alan entonces explicó las reglas y condiciones de los duelos según el decreto real, de acuerdo con el decreto real, se permite a los ciudadanos, caballeros y nobles resolver sus disputas a través de un duelo. Sin embargo, es importante cumplir con ciertas condiciones. La primera condición es que no se permita una gran diferencia de clase entre los combatientes, Lo cual significa, por ejemplo, un legionario, no podría enfrentarse en un duelo contra una persona de una clase significativamente inferior o superior. Lusian observaba desde las gradas del coliseo, acompañado por Emily y rodeados por los caballeros asignados para su protección.

En el centro del coliseo, se encontraba el joven retado, Edmon, y a su lado se veía a una jovencita que lo acompañaba, quien lucía muy nerviosa. Frente a Edmon, se encontraba un caballero completamente equipado, Darren Acre, enviado por el barón Joel Denisse Mofet. En ese momento, el caballero Alan se acercó con un dispositivo mágico y midió la categoría de los participantes. Edmon fue clasificado como clase cadete, mientras que Darren Acre también fue clasificado como clase cadete. Después de la revisión, Edmon y Darren desenfundaron sus espadas y procedieron a activar cada uno el hechizo de fortalecimiento físico de nivel 3 para igualar sus habilidades. Luego, envolvieron sus espadas con elementos mágicos contrarios: Edmon utilizó el fuego y Darren el agua. Al chocar las espadas, se generaba vapor que dificultaba la visibilidad, y cuando las espadas se tocaban, tanto el agua como el fuego desaparecían.

Lusian, desde las gradas, podía ver claramente los movimientos de ambos guerreros y pensó que eran lentos. Sin embargo, no se daba cuenta de que su habilidad era muy superior a los estándares normales gracias a su entrenamiento con Albert. En el combate, los primeros intercambios de cortes de espada fueron sencillos, ninguno de los dos mostró aperturas en sus posiciones, estaba claro que estaban midiendo sus fuerzas. Sin embargo, Darren fue el primero en querer cambiar este equilibrio. Activó un hechizo y lanzó cinco lanzas de agua hacia Edmon, quien las cortó con su espada envuelta en fuego. Sin embargo, al cortar la última lanza de agua, creó una apertura al apuntar su espada apuntaba al cielo para bloquear una de las lanzas, lo que Darren aprovechó para acercarse por el lado izquierdo, donde Edmon no podía defenderse. Parecía una muerte segura, pero cuando todo parecía resuelto, Darren fue obligado a retroceder. Una bola de fuego había sido disparada desde el costado. Edmon había preparado el hechizo para un contraataque. Al retroceder Darren, Edmon bajó su espada, que terminó siendo bloqueada por Darren. Ambos contrincantes tomaron distancia y no se veía una gran diferencia entre los dos combatientes. Pronto quedó claro que quien se quedara sin mana perdería. El factor determinante sería quien tuviera mayor afinidad mágica. 15 minutos tardaron en finalizar el combate. Darren, el caballero del barón, se quedó sin mana y no soportó los ataques de Edmon, quien terminó la batalla atravesando su pecho con su espada.

En el coliseo, un grito resonó, pero Lusian no se sentía bien al presenciar la muerte de una persona. Ver a alguien morir era algo que nunca había experimentado antes, y tuvo que contener sus ganas de vomitar. A diferencia de las demás personas alrededor, Lusian podía notar una gran diferencia cultural entre él y la gente de este mundo. El barón Joel Denisse Mofet, quien aparentemente estaba lleno de confianza, se puso pálido al ver el resultado del combate. El juez se acercó al cadáver de Darren, confirmando su muerte y dando por terminado el duelo. Luego, se permitió al vencedor, Edmon, exponer sus exigencias. Edmon apuntó con su espada al barón Joel y le dijo: "No quiero que te vuelvas a acercar a mi prometida". En respuesta, el barón Joel se enfureció y le dijo: "¿Cómo te atreves, maldito? ¿Acaso no sabes quién soy? No conoces a mi familia". Las risitas y los murmullos se escucharon entre la multitud, y el chismorreo no tardó en llegar a donde se encontraba Lusian. Parece que el barón Joel tenía la intención de convertir a esa jovencita en su concubina, pero como ya estaba comprometida con Edmon, el barón buscaba deshacerse de él. Esta práctica, al parecer, es común entre la nobleza cuando se encaprichan con alguna señorita.

La situación empeoró para Edmon cuando el barón Joel sacó un pergamino y le explicó la situación. Parece que había un contrato entre el padre de Samantha, la prometida de Edmon, y el barón Joel. Según el contrato, el padre de Samantha le debía al barón 1000 monedas de oro, y la fecha de pago ya había vencido. Como resultado, el barón afirmó tener el derecho de esclavizar al padre de Samantha, por lo cual le proponía a Samantha como pago por la deuda anular su compromiso y convertirse en su concubina. Sin embargo, el barón Joel ofreció una oportunidad a Edmon. Si aceptaba tener otro duelo con otro de los caballeros del barón, la deuda sería cancelada. Ahora, la decisión estaba en manos de Edmon, quien tendría que elegir si aceptaba el desafío y luchaba por el futuro de Samantha.

El silencio llenó el coliseo mientras Edmon se enfrentaba a la difícil decisión. Estaba agotado y sin mana, lo que significaba que otra batalla sería una muerte segura. Se encontraba en una encrucijada: morir a la edad de 21 años o abandonar a su prometida. Las opciones eran desalentadoras. Sin embargo, en medio de este momento tenso, un grito resonó en el coliseo. Era Emily, quien le gritó al barón Joel: "¡Qué despreciable!". Sus palabras expresaban su indignación y repudio hacia las acciones del barón. El barón Joel giró la cabeza y observó a Emily. Al ver a tan hermosa mujer, su rostro mostraba signos de lujuria. "Señorita, acaso usted desea ofenderme. Si es así, le exijo que se presente. Tendrá que responsabilizarse por esta falta de respeto", dijo el barón Joel con voz desafiante. Ante esas palabras, Charles Grell, el jefe de escolta de Lusian, se levantó y ordenó a todos los caballeros desenfundar sus espadas. Un total de 20 caballeros se lanzaron al centro del coliseo, listos para acabar con tan insignificante sujeto. Al ver el escudo que llevaban en sus armaduras, el barón Joel palideció. Fue en ese momento cuando notó a un joven sentado al lado de Emily, como se estaba tomando la cara con sus mano no logro identificarlo, pero cuando este levanto su cara, el baron observo sus ojos los cuales eran una clara evidencia de quién era un Douglas. Solo existía un castigo para aquellos que ofendieran a un Douglas, y ese castigo era la muerte.

Lusian se levantó, tratando de recuperarse del impacto de presenciar una muerte. Sin embargo, en su mente, comenzó a formarse un plan. Si pudiera instigar un conflicto entre la familia Denisse y los Douglas, sin duda podría debilitar el poder del imperio al cortar su principal mano de obra. Miró al barón Joel y, tratando de recomponerse, fingió una sonrisa inocente, aunque para el barón Joel esa sonrisa parecía la sonrisa misma de la muerte. "Yo me haré responsable de cualquier falta de respeto que mi prometida haya cometido. Si desea un duelo o algo más, estoy de acuerdo", dijo Lusian, tratando de mantener la compostura y apaciguar la situación. El barón Joel, casi de rodillas, suplicaba por misericordia al darse cuenta de la situación en la que se había metido.

Emily, al ver la escena, se acercó a Lusian y le pidió que exigiera una disculpa formal del barón y que le entregara el pergamino que mostraba la deuda del padre de Samantha. Era evidente que Emily tenía un buen corazón y quería ayudar a los jóvenes involucrados en este conflicto. A pesar de que Lusian buscaba arrastrar el conflicto, se vio obligado a aceptar las disculpas por solicitud de Emily. El barón Joel entregó el pergamino y, casi arrastrándose, expresó sus disculpas. Lusian no pudo evitar sentirse molesto por el comportamiento del barón.

Emily entregó el pergamino a Samantha, quien, entre lágrimas, le agradeció profundamente. Con una acción tan pequeña, Emily había logrado salvar la vida de dos personas. Esta situación sirvió como un recordatorio de lo aterrador que puede ser el poder, ya que aquellos que lo poseen pueden utilizarlo para pisotear o ayudar, dependiendo de la naturaleza de cada persona.Lusian caminaba junto a Emily de regreso hacia donde se encontraban los carruajes, pero su mente estaba llena de preguntas inquietantes. En un momento de perturbación, murmuró: "¿Por qué no secuestrarla y violarla?". Emily, desconcertada, le preguntó qué estaba pensando. Lusian rápidamente respondió: "Nada, solo me preguntaba por qué hacer tanto escándalo cuando simplemente podría secuestrar y violar a la prometida de Edmon".

Emily se sonrojó y bajó la cabeza, sin saber cómo reaccionar ante esas palabras. Sin embargo, una doncella que acompañaba a la escolta se acercó y le habló murmurando al oído de Lusian. Le explicó que, los efectos del juramento, si un hombre está con una mujer que ha hecho un juramento de fidelidad, su "cosa" se pudre y se cae por una maldición del dios SANGUS. Esto significaba que tanto el hombre como la mujer caerían víctimas de esta maldición. Lusian pensó para sí mismo que el dios SANGUS era muy cruel. En medio de esta conversación, Lusian planteó la posibilidad de que Joel mandara a matar a Edmon. Sin embargo, Charles Grell, el jefe de escolta, respondió que no creía que el barón fuera tan tonto, violar las leyes del rey en su territorio. Explicó que la capital y los terrenos circundantes estaban bajo el control del rey, y ningún noble se atrevería a violar las leyes del rey estando en la capital. Los nobles ejercían autoridad dentro de sus propios territorios, pero fuera de ellos estaban sujetos a las leyes del rey.

Al llegar a la mansión, Lusian y Emily fueron recibidos por Sofía. Ella les preguntó cómo les había ido en su paseo y, al contarle sobre el comportamiento altanero del barón Joel, Sofía adoptó una expresión seria. La reputación y el honor de los Douglas eran extremadamente importantes para ella, y la idea de que un noble inferior desafiara su prestigio era preocupante. Aunque Emily trató de minimizar el incidente, Sofía decidió llamar a Charles para confirmar la situación.Lusian observaba con interés el rumbo que estaban tomando los eventos, pensando en los problemas que podrían resolverse si la familia Denisse fuera erradicada. Mientras continuaban conversando, un sirviente anunció la llegada del conde Tomas Denisse.

El conde saludo cortésmente y se disculpó sinceramente por el altercado que ocurrió el día de hoy, manifestando que apenas escuchó del conflicto se apresuró a venir para ofrecer sus disculpas. Sofía le agradeció su voluntad de disculparse y mencionó que sería molesto tener que tomar medidas más drásticas. Luego, preguntó directamente por el insolente que había faltado el respeto a la prometida de su hijo. Lusian y Emily quedaron en estado de shock al presenciar la escena que se desarrollaba frente a ellos. El conde, a pesar de su intento por aparentar tranquilidad, no pudo ocultar el sudor que bajaba por su frente. Rápidamente, hizo una señal a un sirviente, quien se acercó con una canasta y se la ofreció a la duquesa Sofía. Al hacer una señal, Charles se acercó, abrió la canasta y sacó una cabeza humana. El horror se apoderó de Lusian y Emily al reconocer a quién pertenecía esa cabeza. Era el barón Joel, aquel hombre altanero y provocador que los había enfrentado durante el paseo. El conde, al enterarse de lo sucedido y para evitar un conflicto con el ducado Douglas, no dudó en ordenar la ejecución del barón Joel, quien se encontraba en la plaza principal. Muchas personas presenciaron el duelo y también fueron testigos de cómo le cortaron la cabeza al barón. Incluso Edmon y Samantha, quienes habían sido atormentados por el barón, fueron testigos de su muerte.

La noticia de este sangriento desenlace no tardó en extenderse por la capital, causando impacto y asombro entre la población. Sofía decidió dar por terminado el conflicto y exigió una compensación para Emily, lo cual el conde aceptó. Después de que el conde se retirara, Lusian se despidió de Emily, quien todavía estaba impactada por los sucesos recientes. Lusian le preguntó a Emily cómo se sentía, a lo que ella respondió que era difícil acostumbrarse a todo lo que había ocurrido. Lusian trató de consolarla, diciéndole que no era su culpa y que había hecho lo correcto al salvar a dos personas. Él la admiraba por su valentía y le pidió que no se sintiera culpable por las decisiones de otras personas. Emily, agradecida, prometió intentar actuar más naturalmente frente a él. En su habitación, Lusian abrazó al lobo negro, sintiendo paz en su presencia. Se sentía seguro junto a esa criatura mágica que controlaba Sofía. Sin embargo, su estado de ánimo no era bueno. Se sentía confundido y culpable por las muertes que habían ocurrido. No entendía por qué la vida parecía tener tan poco valor en este mundo, donde los fuertes pisotean a los débiles. Sentía impotencia al darse cuenta de que no podía cambiar esa lógica.