"Caminos de Luz y Sombra"

La aldea de Seraphim yacía en calma bajo el manto estrellado de la noche. Sus habitantes, humildes aldeanos dedicados a la agricultura y la artesanía, dormían tranquilamente, ajeno al peligro que se cernía sobre ellos.

En una modesta cabaña en las afueras de la aldea, Ren dormía plácidamente junto a sus padres. Sus rostros, iluminados por la luz tenue de una vela, reflejaban la paz de aquellos que desconocen el terror inminente.De repente, un estruendo ensordecedor sacudió la aldea, arrancando a Ren de su sueño. Los gritos de pánico y el sonido de las llamas devorando las casas resonaron en el aire. Ren se levantó de un salto, el corazón latiéndole con fuerza en el pecho mientras el temor se apoderaba de él.Corrió hacia la ventana y lo que vio lo dejó petrificado. La aldea estaba siendo atacada por una horda de criaturas oscuras, con ojos rojos brillantes y garras afiladas. El fuego consumía las casas, envolviendo todo en un mar de llamas danzantes."—¡Papá, mamá, tenemos que irnos!" —gritó Ren, sacudiendo a sus padres, pero no recibió respuesta. Sus padres yacían en el suelo, inmóviles, cubiertos por escombros. Una mezcla de dolor y desesperación lo inundó mientras las lágrimas surcaban sus mejillas.Ren se aferró a la mano fría de su madre, jurando protegerla incluso en la muerte. Con un último vistazo a su hogar en llamas, Ren se abrió paso entre los escombros, escapando hacia la oscuridad de la noche, con el corazón roto y la determinación ardiente en su interior.La aldea de Seraphim había caído en ruinas, pero el fuego de la venganza ardía más fuerte que nunca en el corazón de Ren. Con cada paso que daba, juraba encontrar a aquellos responsables de la destrucción de su hogar y hacerles pagar por el dolor que habían infligido a él y a su familia.Con lágrimas lleno de cenizas y manchado de sangre, Ren se arrodilló sobre el suelo carbonizado, su voz se quebró en un grito desgarrador que resonó en la noche. "¿Por qué... por qué los dioses nos abandonaron?", sus palabras se perdieron entre las llamas que aún rugían en la distancia, envolviendo su figura solitaria en un aura de desesperanza y desolación.Así comenzaba el viaje de Ren, un camino marcado por la tragedia, la pérdida y la búsqueda de redención en un mundo sumido en las sombras.