Anthony Charlie se congeló, luego miró a la Abuela Charlie y, después de un momento de silencio, llamó:
—Abuela, yo...
—¿Tus ojos tienen un problema, verdad? —La Abuela Charlie dio en el clavo.
Anthony se quedó en silencio, queriendo engañarla, pero sabía que ella lo había visto crecer desde que era un niño. ¡Sus anormalidades podían ocultarse a los demás, pero nunca a ella!
Anthony no habló, pero la Abuela Charlie tomó su mano, su voz temblaba:
—¿Eso significa... que algo realmente le pasó a Eve?
Anthony ya no podía ocultar la verdad.
Además, en el camino a casa, ya había llamado a un doctor, que debería estar llegando en cualquier momento.
Finalmente, miró en la dirección donde la Abuela Charlie estaba hablando y asintió pesadamente.
En el momento que asintió, sintió dolor en los ojos...
—¿Cómo puede ser...? —Aunque Anthony lo había dicho, la Abuela Charlie todavía no podía creerlo.
Anthony notó que la mano de la Abuela Charlie temblaba mucho.
