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Faith Williams estaba parada al frente, golpeando la puerta, pero en el momento en que la puerta se abrió, la mirada de Eve Thompson cayó instantáneamente sobre la alta figura.
La persona familiar parada silenciosamente allí le hizo doler el corazón, y de repente sintió el impulso de correr hacia sus brazos surgiendo desde su interior...
—Anthony Charlie... Anthony... —sus ojos se enrojecieron, mientras fijaba su mirada en el hombre.
El hombre estaba allí inmóvil en la oscuridad.
Pero todavía podía ver cuánto peso había perdido, tan delgado y demacrado, su figura solitaria exudaba un dolor punzante.
La puerta se abrió, él oyó el sonido y giró su mirada hacia aquí...
Por un momento, sus ojos se encontraron.
El corazón de Eve Thompson latía de manera errática.
—¿La reconocería él? —sus nervios le hicieron olvidar respirar.
Entonces, la vio pararse allí tranquilamente.
