Eve Thompson permaneció inmóvil.
Jack Pack no pudo evitar señalarla, regañando —Si no fuera por la sorpresa que quería darte, trayendo el servidor a casa, ¿todavía estarías en las ruinas, planeando enterrarte allí también?
Llegó en medio de la noche ese día.
Después de llegar, la llamó, tratando de sorprenderla.
La llamada se conectó, pero nadie contestó. Entonces, Jack Pack simplemente hackeó su teléfono, encontró la dirección y fue hacia allí.
Cuando llegó y vio las ruinas ennegrecidas, se puso un poco nervioso, pensando que sus habilidades informáticas podrían haber retrocedido.
Más tarde, en las ruinas, la encontró tendida en el suelo, con los ojos bien abiertos mirando algo frente a ella.
Estaba enterrada en el suelo, herida, y parecía estar en tanto dolor que quizás la muerte hubiera sido preferible. La vista le sobresaltó.
Recordándolo ahora, Jack Pack aún siente el choque.