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Qiao Lian había venido con la intención de intentar ver cómo se sentía la mujer.
Por la reacción de Fan Lu, Qiao Lian se dio cuenta de que no llegaría muy lejos.
Ya que este era el caso, no tenía sentido quedarse más tiempo.
Bajó la mirada y se giró para irse.
Cuando solo había dado un par de pasos, escuchó hablar a Fan Lu.
—Si te atreves a irte, llevaré a tu agencia de noticias a juicio mañana. ¡Pediré una compensación de 2 millones de dólares! Además, rodará una cabeza. ¡Tienes el valor de escribir sobre Lu Shao, debes estar loca! —Cada palabra que decía era una amenaza.
Qiao Lian se giró para mirarlos y sonrió sarcásticamente.
—Estás equivocada. Mi artículo era sobre ti, no sobre Lu Shao. Señorita Fan, por favor no dejes que la opinión pública te confunda —incluso si Su Meimei se hubiera atrevido a hacer algunos cambios en el borrador, no se habría atrevido a incluir el nombre de Lu Shao.
Fan Lu frunció el ceño y replicó:
—¿Cómo puedes ser tan irracional? Tú
