La fotografía había sido tomada en el jardín de su casa. Sus padres estaban sentados en la glorieta del jardín mientras ella y su hermano estaban de pie al lado.
El rostro juvenil de la chica mostraba una sonrisa confiada. Qiao Yi siempre había sido un niño tranquilo y obediente.
La madre era suave y amable, mientras que el padre era guapo y elegante.
Habían sido una feliz familia de cuatro y, en la mente de Qiao Lian en ese momento, esta felicidad nunca llegaría a su fin. Pero, ¿quién podría haber adivinado los cambios que la vida traería?
Sus padres fueron acusados falsamente y se suicidaron para escapar del castigo.
Ella nunca había creído que sus padres hubieran hecho las cosas que decían.
Por lo tanto, tenía que obtener su certificado de reportera para poder investigarlo y buscar la verdad. Tenía que reportar la verdad y hacer saber al mundo que sus padres eran inocentes.
No permitiría que su padre tuviera una reputación manchada.
