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Había una atmósfera amorosa en el cuarto privado.
Qiao Lian se mordía los labios y su cara estaba roja brillante. Su mirada seguía fija en la mano que sujetaba la suya.
Se movió un poco, pensando en retirar su mano, pero su agarre se volvía aún más fuerte.
En secreto le echó un vistazo a su expresión facial, pero vio que tenía una mirada indiferente, como si estuviera pellizcando un mantou[1] en lugar de una mano.
Qiao Lian inmediatamente sintió que esto iba en contra de su propio interés.
Siempre se había presentado a sí misma como una chica de comportamiento masculino. ¿Cómo iba a ser derrotada solo por sostener manos?
Pestañeó y ajustó su silla un poco para estar más cerca de Shen Liangchuan. Luego lo miró ansiosamente y preguntó:
—Shen Liangchuan, ¿por qué me trajiste aquí a cenar?
Shen Liangchuan le lanzó una mirada. Con un tono afilado en medio de su anticipación, dijo:
—El pescado escalfado de aquí no está mal.
