Shen Liangchuan miraba su celular en el estudio, pero tenía el ceño muy fruncido.
Otra vez quería dos millones de dólares. ¿Era porque la condición de su hermano había empeorado? ¿O porque
Mientras lo pensaba, cogió su celular y le dio una llamada a Song Cheng. —Ayúdame a estar atento a la situación de Qiao Yi .
Después de colgar, terminó las cosas que tenía entre manos. Luego se dirigió hacia el dormitorio.
Se dio cuenta de que se había quedado dormida al abrir la puerta.
Bajo la tenue luz amarilla de la lámpara de noche, incluso mientras soñaba, todavía fruncía el ceño. Era como si tuviera problemas de los que era imposible deshacerse.
Su mirada se suavizó gradualmente y extendió la mano, intentando alisar su ceño fruncido.
La sospecha que tenía en el fondo de su corazón se controló, así como así.
La observó por un rato. La esquina de sus labios se curvó suavemente al esbozar una sonrisa contenida.
Su mirada se suavizó gradualmente.
