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Mo Xicheng y Shi Nianyao se encontraban frente a la puerta que conducía a la habitación donde esperaba el inversor. Qiao Yiyi estaba sentada en esa misma habitación, llorando en silencio.
El Director estaba a su lado, disculpándose profusamente. —Es vergonzoso que algo así haya sucedido en el set. ¡Ese extra fue realmente demasiado arrogante! Cuando lleguen aquí, me aseguraré de que te den una disculpa adecuada!
Qiao Yiyi miró al hombre sentado en la silla. Sus labios estaban ligeramente alzados, como siempre.
Debía haber sido por la venganza que había convocado a Mo Xicheng y Shi Nianyao, ¿verdad?
Ella siempre había pensado que no tenía un lugar en su corazón. Nunca se habría esperado que, en realidad, él todavía se preocupara por ella.
Este pensamiento puso a Qiao Yiyi de muy buen humor.
