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Mientras Xiao Ye hablaba, ambas ya habían llegado al estudio de cine.
Huang Jingjing cruzó sus brazos y se sentó en el sofá del área de descanso. Usaba gafas de sol y su rostro estaba pálido. En ese momento estaba haciendo un berrinche, preguntando:
—¿Qué clase de lugar destartalado es este? ¿Dónde está la persona que se suponía que iba a prepararme una taza de café?
Xiao Ye le ofreció apresuradamente a Huang Jingjing una taza de café. Huang Jingjing frunció el ceño y tomó la taza con altivez. Dio un sorbo.
—¡Ptui!
Escupió el sorbo de café y miró a Xiao Ye con enojo. —¿Quieres quemarme viva? ¡Sabes que si quemas mi boca, el Mejor Actor Shen se enfadará muchísimo!
Xiao Ye murmuró en señal de afirmación pero no se atrevió a decir más por temor a que malinterpretara sus palabras.
Qiao Lian se les acercó, tomó del brazo a Xiao Ye y mirando a Huang Jingjing dijo:
—Sra. Huang, es hora de la sesión de fotos. Por favor, coopere con nuestra agencia de noticias.